Buenos Aires. El kirchnerismo logró aprobar ayer, luego de 16 meses, el proyecto que envió el Ejecutivo para regular la fabricación, distribución y comercialización del papel para diarios, una iniciativa que, de sancionarse la semana que viene en el Senado, como quiere la Casa Rosada, le abrirá las puertas al Estado nacional para controlar accionariamente Papel Prensa, la única fábrica que produce este insumo en todo el país. Tras siete horas de debate, el oficialismo logró 134 votos afirmativos contra 92 negativos y 13 abstenciones.
De inmediato, el Senado decidió avanzar sobre el proyecto y dejó conformada la Comisión de sistemas, medios de comunicación y libertad de expresión.
Al inicio de la sesión, el bloque radical hizo un planteo porque la convocatoria a comisión se hizo antes de que Diputados diera media sanción.
En la Cámara Baja, la oposición se negó a aprobar el proyecto del Gobierno a pesar de que muchos bloques destacaron la necesidad de regular la actividad, ya que la empresa Papel Prensa está controlada actualmente por los diarios Clarín y La Nación (el Estado tiene una participación minoritaria). Sucede que los dos últimos artículos de la ley abren, según los opositores, el camino a una confiscación, algo que la Constitución prohíbe.
Es que la norma aprobada ayer por Diputados fija un precio único de la bobina de papel para que todos los diarios, aun los más chicos, puedan acceder al insumo, lo que le reduce la posibilidad de tener ganancias a Papel Prensa. A la vez, se obliga a Clarín y a La Nacióna realizar grandes inversiones porque se fija como meta la obligación de que la empresa satisfaga el 100% de la demanda del mercado local, algo que hoy no sucede porque incluso estos diarios importan papel, ya que es más barato. Y se fija que si los accionistas privados no pueden hacer dichas inversiones será el Estado quien las realice y aumentará proporcionalmente la participación accionaria desplazando a los privados.
Denuncia opositora. Los opositores denunciaron un retroceso para la democracia puesto que dan por descontado que si Papel Prensa pasa a ser un monopolio estatal en manos del kirchnerismo, los medios críticos no podrán acceder al papel para diarios por más que esto esté enunciado en los primeros artículos del texto votado. “Esto termina en la Corte, porque será la Justicia el último resorte que pueda frenar este atropello contra la libertad de expresión y el derecho a la propiedad privada”, anunció Oscar Aguad (UCR-Córdoba).
Otras voces opositoras se enfocaron en advertir la inminente “confiscación”. Margarita Stolbizer (Frente Amplio) dijo que su bloque “banca” la discusión por la estatización de la empresa y su expropiación. “Pero no bancamos la ilegalidad de encubrir una confiscación, porque esto está prohibido por la Constitución”, apuntó.
El bloque oficialista no quiso realizar ningún cambio al proyecto y dejó que sólo tres diputados hicieran uso de la palabra.
Fuente: La Voz